martes, 29 de noviembre de 2011

Belleza femenina... O lo que todas critican porque nunca llegaran a ser como ellas.





Desde hace unas semanas (y aunque esto haya venido de siempre) no he podido pararme a discutir con mucha de la gente de mi Twitter sobre la belleza femenina y sobre su crítica. ¿Nos hemos vuelto locos?


Pese a ser heterosexual, soy una persona que tiene ojos y distingue la belleza de una mujer, sea alta, baja, gorda o flaca. La belleza femenina ha sido siempre y será una de las cosas más bonitas que existirá en el planeta. Algo digno de contemplar, plasmar, escribir y alabar. Incluso los hombres más "bellos" suelen tener rasgos muy afeminados. 


¿Por qué esta cruzada contra este rasgo?


Hace unos días leí un tweet en el que se escribía algo parecido a "Estoy cansada de la televisión y las revistas que sólo ponen tías perfectas. El día que pongan a una gorda será el día que pierda el asco. Las gordas también tenemos derechos".


¿Quién ha sido el imbécil que ha dicho que los kilos de más son feos? La belleza no se trata de delgadez, ni de perfección, sino de rasgos que te hacen sorprendente. 


Adele






Ejemplo claro de lo que digo, ¿es que acaso soy la única que ve a Adele como una mujer preciosa? Y, perdonadme mis palabras, pero está gorda y no hay ningún problema en que tenga cara de ángel.












Claro, que desde que existe Internet y, sobre todo, las redes sociales nos gusta quejarnos por todo, y parece que las mujeres bonitas son centro de diana de muchas críticas que cobijan envidias, miedos e inseguridades.


En la Antigüedad ya se plasmaba la belleza, con el canon de aquella época. ¡Eran las chicas delgadas las que seguramente se quejaran! ¿Habéis visto alguna escultura dedicada a las formas femeninas fea? No. No al menos si estaba dedicada a la belleza.


No podemos cambiar lo que somos, pero no por eso debemos darnos de cabezazos contra una pared llamándonos orcos de Mordor. Nunca seremos como esas chicas, pero tampoco tenemos que encajarnos en el papel de "feas" o "gordas", sino aceptarnos y encontrar esos detalles que nos hacen únicas y bellas.


La adolescencia es una época muy bonita y a la vez un infierno, en el que sobre todo las chicas cruzan el umbral de los miedos y los convierten en obsesiones. Lo primero, vuestro físico no atraerá al Príncipe Azul (otro tema que ya discutiré otro día) y lo segundo, si lo hace, no hará que se quede a tu lado. 


Todas quieren tener esa altura perfecta, esas curvas de infarto y esa cara que parece esculpida para que llegue el hombre "perfecto". ¿Queréis una noticia? Os daré dos. El hombre perfecto no existe, y tu físico no lo creará a tu imagen y semejanza. 


No hace falta ser una chica de revista para poder atraer a un hombre. Hay que estar segura de una misma, sonreír cuando esos ojos se fijan en ti, ser la persona que eres para que, si ese chico es el chico con el quieres estar, pueda aceptarte. Si tú no lo haces, ¿cómo pretendes que ellos lo hagan?


Jack Barakat, All Time Low
Alex Pettyfer




Puede que el físico entre por los ojos, todos lo hacemos (y el que no lo haga, miente), pero no todos tenemos los mismos gustos, las mismas preferencias. ¿Quién diría que yo prefiero antes un Jack Barakat a un Alex Pettyfer?












La belleza no deja de ser algo subjetivo, pero que todos reconocemos cuando lo vemos. ¿Por qué os obsesionáis? ¿Por qué no dirigís vuestras frustraciones hacia algo más productivo? Como dedicaros a algo que se os dé bien. ¿O pensáis que todas esas chicas son también inteligentes? ¿O que tocan el piano de maravilla? ¿O que escribirán una novela que cambiará la sociedad? Todo son características con las que las personas pueden sobresalir, podemos tener muchas, podemos tener algunas que se vean a la primera (como unas largas piernas o unos ojos grandes y azules), pero eso no te hace perfecto.


Natalie Portman
También existen personas como mi adorada Natalie Portman que además de ser preciosa, se graduó nada más y nada menos en la Universidad de Harvard en Psicología, habla 5 idiomas y ha demostrado a lo largo de su amplia filmografía que es una grandísima actriz. No se trata del físico, sino de la fuerza que esta mujer emite, luchando por sus creencias, y con una inteligencia que la ha llevado hasta donde está.


Y, aunque muchas penséis que su físico es perfecto, no lo es. No mide más de 1'60 y su pecho no es ni mucho menos, abundante. ¿Eso la hace fea? No. Sigue siendo una pieza única de belleza.




¿Creéis que Natalie Portman es un caso excepcional? Yo no. A mi alrededor tengo gente que, no sólo sus rasgos físicos son preciosos, sino que son inteligentes, interesantes, cultas y unas mujeres contentas con lo que son. ¿Por qué tú no ibas a ser tu propia Natalie Portman?


Todas somos bellas, interior y exterior, sólo hay que saber ser una misma, aceptar lo que tenemos y sentirnos orgullosas, porque no se trata de ser como las chicas de las revistas, sino como realmente somos. 


¿Tienes kilos de más? Levanta el culo del sofá, deja de comer kilos de chocolate y sal a correr. O acepta que te gusta esa forma que te da cuando te pones un vestido y siéntete como una reina. No dejas de ver series con metáforas de aceptarse a uno mismo, pero no dejas de quejarte y no haces nada para remediarlo. O no has aprendido nada o necesitas un bofetón de madurez.


Tu cuerpo es como es, y en tus manos está hacérselo ver al mundo.


Siéntete mujer, siéntete bella y cómete el mundo.


Quizá no sea como esas mujeres que envidio por sus caras preciosas y sus cuerpos de infarto, pero me contento con mis ojos pequeños, porque tienen un brillo distinto, quizá tenga los labios pequeños, pero me gustan cuando sonríen, y quizá mi nariz sea demasiado recta, pero me gusta el piercing que puse en ella, ¿y mis curvas? no puedo remediarlo, me encanta ponerme pantalones cortos para realzarlas y que el mundo vea que no hay nada con lo que no me sienta a gusto.


Deja de quejarte y empieza a ser tú misma, verás como tu mundo cobra su propia belleza.




-P.



lunes, 28 de noviembre de 2011

Presentaciones, o cuestión de educación.

Quizá alguno me conozca ya, quizá no, y no lo haréis a través de unas cuantas líneas, pero podréis ver una parte de mi, e ir excavando en mi hasta dar con lo que soy.


Aunque soy como un libro abierto. Sabrás por mi sonrisa que estoy feliz, y por mi cara que estoy enfurruñada. Pero basta un gesto, una simple palabra, canción o imagen para que vuelvas a hacerme reír.


Soy lo que nadie es, y lo que todo el mundo es, al fin y al cabo, humana.






Como veréis, la música es, sin ninguna duda, parte de mi vida, parte de mi. Algo que me ayuda a pasar el día en las nubes, que cose mi heridas y que hace que explote poco a poco, con brotes de locura o de llanto incontrolable.






Soy una soñadora, sin duda. Muchas veces tropiezo mientras ando, y no es porque no mire el suelo, o el lugar por donde piso, sino porque mi mente va volando por otro lugar que a veces ni yo conozco. Sin sueños, nada somos, una vida aburrida y rutinaria a la que no estoy dispuesta a someterme, por eso me lo recuerdo cada noche antes de dormir, cada mañana a despertarme. Sonrío al ver que debo seguir soñando.




Y si de algo nadie duda a la hora de describirme, es al recordarme que estoy loca de atar. No diré que soy bipolar, ni que sufro ninguna enfermedad (aunque no esté del todo segura), es una locura sana, de esa que te hace saltar de la cama, ponerte los cascos y hacerte andar por la calle como si estuvieras grabando un videoclip, de esa que no te permite quedarte sentada, de la que haces lo que quieres cuando quieres y porque quieres, de la que no te permite quedarte callada cuando tienes algo que decir, de la que planeas un viaje con 5 desconocidas y te plantas detrás del autobús de una de tus bandas favoritas y acabas sacándote una foto con su batería.




Valoro la amistad por encima de muchas cosas. La valor porque, al igual que la música, me hace fuerte, me hace sonreír y me deja llorar. Me presta consejos cuando los necesito, y sigue las locuras que cualquiera de nosotras trama.


Quizá por eso uní todo en un sólo símbolo perfecto. 


Un sólo símbolo que lo representara todo. La música que nos unió, que nos une, que nos hace crecer y que es parte de nosotras, cinco chicas, cinco notas de música perfectas, una estrella, una unión. Todas distintas, todas parte de lo mismo.




Suena a secta (lo sé, lo sé), pero yo entiendo lo que digo, nunca dije que fuera fácil que vosotros lo hicierais.




Pero ya está bien, ya he hablado demasiado de mi o de mis amigas, y este blog no es de eso (aunque, indudablemente sé que acabaré haciéndolo más de una vez). Sino de todas esas cosas que me hartan en el día a día, todos esos comentarios que muchos nos callamos por educación o por no dañar a alguien. ¡Vamos a ver! Me he cansado y tengo mucho que decir, muchas cosas que contar, que criticar, pero sobre todo, que dar desde mi punto de vista, porque no dejará de ser la opinión de esta loca soñadora que espera poder remover en vuestra conciencia y corazones para que despertéis y vosotros gritéis conmigo.


Quiero ofender, quiero enfadaros, quiero crear sentimientos, quiero que os haga surgir la duda, quiero que os levantéis y salgáis a comeros el mundo con vuestros sueños, quiero que veáis dentro de vosotros, quiero que hagáis lo que de verdad queréis hacer, quiero que veáis que todos podemos ser libres.




Gracias por haber leído esta estupidez y...


que comience el juego.




-P.